Cuando era la primera guerra mundial la muerte vino a ayudarnos y ella y
su gran espada acabaron con todos los nazis que encontraron en su camino, hasta
que un día Hitler logro hacer que la muerte se rindiera; y Hitler intento
acabar con esa espada a todo aquel que no sea nazi, pero al final perdieron la
guerra. Tiempo después en la segunda guerra mundial Hitler la volvió a usar
como último recurso, pero volvieron a ser derrotados. Mientras Hitler preparaba
una tercera guerra mundial la muerte vino por su espada y mato a Hitler,
después de aquel asesinato la muerte escondió la espada en un lugar donde no
pudieran encontrarla; los espartanos, guerreros aztecas, samuráis, vikingos,
caballeros, ninjas, gladiadores, guerreros incas, templarios y las amazonas
encontraron la espada y todos murieron asesinados por la muerte misma en
persona.
Y corre la leyenda que en algún año, en algún día, en algún minuto
alguien digno la encontrara y no será asesinado por la muerte a menos que en
algún momento deje de ser digno, de ser así la muerte ira a asesinarlo hasta
que otro digno la encuentre y así sucesivamente hasta el fin de la humanidad.